¿Qué ganamos las profesoras y profesores con el rechazo?: Nada ¿Qué perdimos?: Mucho
La verdad es que muchos/as quedamos sin suficientes categorías de análisis para explicar adecuadamente el holgado triunfo del Rechazo a la propuesta de Nueva Constitución, tanto en lo político, en las profundas razones de sentido, como en aquellas culturales que, probablemente, pueden ayudar a explicarlo: los sociólogos buscarán razones en las estadísticas, los antropólogos en la experiencias de vida, los profesores y profesoras en la falta de educación cívica, los políticos en las cuestiones coyunturales. En ese contexto no seré yo quien intente explicar lo que aún nadie consigue: porqué se rechazó una Constitución moderna, democrática, ecológica, paritaria, que aseguraba derechos sociales e individuales y sólo cambiaba el capitalismo en su versión neoliberal.
Quiero hacer un acto pedagógicamente reivindicatorio, cuando conmemoramos el Día del Profesor y Profesora: mostrar lo que perdimos los profesores y profesoras en esa propuesta constitucional moderna, avanzada, que aseguraba derechos, que no ocultaba obligaciones, que buscaba redistribuir el poder hacia las mayorías y minorías sociales, que quería dar un salto adelante en la democracia y justicia social. Quiero, como lo hice antes, educar ciudadanamente para lo que venga.
Veamos nuestro propio campo de desarrollo profesional docente.
Los artículos específicos que perdimos.
«Artículo 41.
- Las y los profesores y educadores son titulares de la libertad de cátedra en el ejercicio de sus funciones, en el marco de los fines y principios de la educación.”
Perdimos. Habríamos tenido mayores libertades para poder dar cauce a nuestros pensamientos, a nuestras teorías, a nuestros enfoques educativos: seríamos más libres de enseñar y de qué enseñar. Los/as estudiantes contarían con docentes conductistas y también críticos, con creyentes y agnósticos, con marxistas y liberales, con progresistas y conservadores: habrían tenido opción de ampliar sus horizontes de formación más allá de las homogeneidades y controles ideológicos o de creencias que uniforman el pensamiento y los someten a la única verdad, sea la que sea (aunque en general, afirmativa del status quo).
Artículo 43.
“1. La Constitución reconoce el rol fundamental de las profesoras y los profesores, valora y fomenta la contribución de educadoras, educadores, asistentes de la educación y educadores tradicionales. En su conjunto, son agentes claves para la garantía del derecho a la educación.”
Perdimos. Por primera vez los/as profesores/as habrían sido reconocidos constitucionalmente. Nunca lo habían sido. Era un reconocimiento societal a la labor docente al mismo tiempo que generaba derechos y obligaciones. Se valoraba como nunca nuestra profesión y función como garantes del derecho a la educación.
“2. El Estado garantiza el desarrollo del quehacer pedagógico y educativo de quienes trabajen en establecimientos e instituciones que reciban fondos públicos. Dicha garantía incluye la formación inicial y continua, su ejercicio reflexivo y colaborativo y la investigación pedagógica, en coherencia con los principios y fines de la educación. Asimismo, protege la estabilidad en el ejercicio de sus funciones asegurando condiciones laborales óptimas y resguardando su autonomía profesional.”
Perdimos. La propuesta nos garantizaba el desarrollo profesional (formación inicial, continua, investigación, ejercicio reflexivo y colaborativo), en el sector público estatal o en el particular subvencionado, mientras reciban recursos públicos. Hoy depende en gran medida de las voluntades de los gobiernos y sostenedores o de las presiones de ambos a los parlamentarios.
Perdimos. ¡Otorgaba estabilidad en el ejercicio de sus funciones en condiciones óptimas y con resguardo de su autonomía!… hoy cuando aún existen muchos docentes tipo “taxi” que corren al menos a dos colegios (otros a más), de modalidades con una situación de precariedad y rotatividad de empleo, sin derecho a defensa cuando intentan organizar sindicatos y no se les renuevan los contratos…. Seguiremos dependiendo del mercado y voluntad de los empleadores o sostenedores para trabajar.
“3. Las trabajadoras y los trabajadores de educación parvularia, básica y media que se desempeñen en establecimientos que reciban recursos del Estado gozarán de los mismos derechos que contemple la ley.”
Perdimos. Se aseguraba la igualdad de trato entre todos los/as educadores/as de todos los niveles y modalidades de la educación. Hoy la diferencia entre ingresos, por ejemplo, de educadoras parvularias y profesores/as de enseñanza media, por las mismas horas de trabajo y la misma función educadora: es superior en la última.
Artículo 47.
Refiere a los derechos de los trabajadores del sector privado y público. Permite el derecho a la libertad sindical, negociación colectiva y huelga. Los sindicatos son los titulares de la negociación colectiva que puede ser ramal, sectorial o territorial.
Perdimos. Deberemos seguir negociando individualmente nuestros contratos, condiciones y horas de trabajo, beneficios, separados los docentes del sector público con el privado, compitiendo entre ellos. Seguiremos sin que sindicatos docentes de diversos establecimientos pertenecientes a un mismo dueño, holding o fundación puedan negociar juntos con el mismo sostenedor y defender a cualquier trabajador o trabajadora de cualquier establecimiento con un mismo sostenedor o responsable legal.
Esto no es un lamento. Es un desafío colectivo y organizacional. Debemos aprender de los avances que fueron derrotados para que no los olvidemos, los reconstruyamos y mantengamos como objetivos de la lucha docente organizada en el proceso constitucional que vendrá. Pero también es un listado de contenidos democráticos que deben enseñarse en las universidades formadoras de futuros docentes.
Perdimos. Ahora a seguir trabajando y luchando para recuperar lo perdido y ganarlo lo más luego posible. Pero también a reflexionar crítica y autocríticamente: ¿cómo nos encontramos ahora: mejor o igual que antes del Plebiscito de salida y su resultado? ¿Cómo aseguramos que estos avances y otros queden en la siguiente propuesta constitucional?… sólo con organización movilizada, con reflexión fundamentada teóricamente, con acción en el colegio o universidad y en la sociedad o comunidad.
Columna escrita por: Guillermo Williamson Castro
Académico FECSH UFRO