Opinión| Carolina Navarrete e Ignacia Saona: Cambio de paradigma para las artes y humanidades en Chile
Ante las crisis multisistémicas presentes en nuestro mundo contemporáneo, nos encontramos en escenarios políticos, económicos, sanitarios y educativos complejos que requieren de nuevas miradas. Se hacen necesarios aportes críticos, reflexivos y propositivos que impulsen un cambio epistémico apoyado en el trabajo colaborativo, donde adquieran protagonismo áreas del conocimiento que generalmente son infravaloradas por los tomadores de decisión, como son las HACS (Humanidades, Artes, Ciencias de la Comunicación y Ciencias Sociales), abriendo el debate respecto al rol de ellas en la sociedad que queremos construir.
Esto lo ha abordado la institucionalidad estatal en el último tiempo, iniciando un cambio de paradigma para las artes y las humanidades: tanto el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio (MINCAP) como el Ministerio de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI) iniciaron sus funciones en 2018, reemplazando y aglomerando unidades que anteriormente se encontraban dispersas y que no contaban con la orgánica ni con los recursos de un ministerio. Pero a la fecha aún existen desajustes institucionales por resolver, lo que ha generado atrasos en la ejecución de algunos programas y sobrecarga laboral para los/as funcionarios/as, lo que derivó en movilizaciones en el MINCAP el mes pasado, y descoordinaciones en el ámbito de la internacionalización, derivando en el reciente rechazo de Chile a la invitación a ser país invitado de honor en la Feria del Libro de Frankfurt 2025, y su ausencia en la lista de países participantes en la próxima Exposición Universal de Osaka.
Por su parte, el Ministerio de Educación (MINEDUC) -fundado en 1927- ha instalado como un ámbito emergente y prioritario el desarrollo de las artes y las humanidades también desde 2018, a partir de la promulgación de las leyes N° 21.091 sobre educación superior y la N° 21.094 sobre universidades estatales. En sintonía con la nueva Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación para el Desarrollo publicada en 2022, donde se destaca a Chile como una sociedad del conocimiento, el Ministerio de CTCI está llevando a cabo un proceso de actualización de sus políticas a través de trabajos consultivos, reflexivos y propositivos. En este contexto, recientemente se han implementado nuevas iniciativas que consolidan el cambio de paradigma para las artes y las humanidades desde las políticas públicas, donde consideramos relevante destacar el concurso de Proyectos de Exploración y el programa de Fortalecimiento de los Conocimientos desde las Artes, Humanidades y Ciencias Sociales, a través de la convocatoria de Conocimientos 2030, ambos convocados en 2022 por la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo (ANID) y el trabajo que se ha venido desarrollando para la creación y fortalecimiento de nuevos Institutos Tecnológicos y de Investigación Públicos (ITIPs).
Estas son algunas de las iniciativas públicas que están actualmente reposicionando las artes y las humanidades en el ecosistema chileno del conocimiento, que nos invitan a desarrollar relaciones y epistemologías sostenibles, y a trazar caminos fértiles entre el mundo académico, los/as artistas y la ciudadanía en general. Creemos importante avanzar hacia la convergencia y la generación de espacios de diálogo, cambiar la competencia por la colaboración, la fragmentación o polarización por la cohesión, el dinamismo y la apertura hacia nuevas formas de trabajo y modos creativos de producción de conocimientos que conduzcan a que la sociedad posea mejores y mayores herramientas para enfrentar los profundos desafíos de la actualidad y el futuro. Para esto, las universidades tienen el privilegio de contar con una alta legitimidad por parte de la ciudadanía, y con ello, la oportunidad de desarrollar un trabajo de vanguardia en este proceso de transformación.
Aunque el país ha avanzado en materia de institucionalidad, de política cultural y apoyo a la creación artística, todavía queda mucho trabajo por hacer para que las artes y las humanidades sean incorporadas plenamente como factores estratégicos en todos sus niveles de implicancia. En este sentido, destacamos la reciente aprobación por parte de MINEDUC de la iniciativa de colaboración interinstitucional denominada Red en Artes y Humanidades (RAH), la que congrega a 16 universidades públicas y estatales (U. de Antofagasta, U. de Atacama, U. de Aysén, U. de Chile, U. de La Frontera, U. de Los Lagos, U. de Magallanes, U. de O’Higgins, U. de Playa Ancha, U. de Santiago, U. de Talca, U. de Tarapacá, U. de Valparaíso, U. del Bío-Bío, U. Metropolitana de Ciencias de la Educación, y U Tecnológica Metropolitana), dos instituciones externas colaboradoras (SEREMI MINCAP Macrozona Austral y la Asociación de Investigadores en Artes y Humanidades de Chile), y es liderada desde la Universidad de La Frontera en Temuco. Este proyecto nace con el impulso inicial de la Red Patagonia Cultural, y trabajará durante los próximos años en generar un diagnóstico desde las instituciones participantes del estado de las artes y humanidades en el país, pondrá en valor estas áreas en el ámbito universitario y propondrá estrategias para su fortalecimiento en la educación e investigación desarrollada en Chile.
La Red en Artes y Humanidades resultará fundamental para compensar las importantes brechas que persisten entre las distintas universidades chilenas: mientras no todas cuentan con programas de formación o especialización en estas áreas, y solo algunas han actualizado sus políticas incorporando a la creación artística como criterio reportable, a la fecha no se cuenta con datos sistematizados en estas materias ni diagnósticos sistemáticos con perspectiva interseccional. A la vez, las distintas iniciativas desarrolladas en las instituciones de educación superior chilenas han tendido a implementarse de manera esporádica y sin articularse entre sí, generando actividades con escaso alcance e impacto. Por esto, confiamos en que el nuevo paradigma que se está impulsando desde las políticas públicas, junto con el trabajo que se desarrolle en el marco de la RAH, evite que los esfuerzos institucionales orientados al fomento de las artes, la creación artística y las humanidades sean entendidos como esparcimiento o espectáculo, y más bien se posicione a estas áreas como ámbitos generadores de conocimiento que aportan de manera significativa en el desarrollo integral de las personas y al devenir de nuestro país.
Revisa la columna de opinión publicada en El Desconcierto en el siguiente Enlace
Escrito por:
Carolina Navarrete
Directora de proyecto CIICA-UFRO
Ignacia Saona
Asistente de Investigación
Centro de Estudios Avanzados en Justicia Educacional
Etiqueta:Artes, Humanidades, Opinión