Carrera de Trabajo Social celebra 75 años formando profesionales.
En la ceremonia además expuso el conferencista, trabajador Social de la Universidad Tecnológica Metropolitana de Santiago, Dr. Pablo Suarez Manríquez.
La ceremonia de conmemoración de un nuevo aniversario de la carrera de trabajo social, se realizó en el auditorio selva Saavedra con la presencia de la Secretaria Académica de la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades, Carolina Hidalgo en representación del Decano, Juan Manuel Fierro. El Director de Pregrado y académico de la carrera, Abel Soto; la Directora del Departamento de Trabajo Social, Ana Arellano; la Directora de Carrera, Sandra López; Trabajadores (as) Sociales invitados (as); académicos (as), estudiantes y funcionarios(as). Y además la profesora Hilda LLanquinao, una de las primeras académicas en ser parte de la carrera y que por estos días se encuentra jubilada.
La ceremonia recordó los hitos más importantes de estas más de 7 décadas de historia. Siendo la primera Escuela de Trabajo Social fundada en el sur de Chile en 1942, pero el contexto histórico hizo que se reabriera en tres oportunidades.
Hoy la carrera es dirigida por la académica Sandra Pérez quien hace unos meses asumió este cargo. Para la académica es importante concomer el pasado, los orígenes “porque eso nos da la visión del que somos y que queremos ser”.
Y agregó que “nosotros queremos proyectar una carrera que sea un referente para el sur de chile, que sea un referente a nivel nacional, latino americano”. “La carrera ha ido progresando, y eso se observa en las acreditaciones que hemos tenido en los últimos años, nuestra última acreditación, es por 6 años, hasta el 2020. Queremos superar esa meta”. Enfatizó la Directora Sandra Pérez.
Así mismo, la Directora del Departamento de Trabajo Social, Ana Arellano, resaltó que uno de los desafíos para los próximos años, es aumentar el número de plantel académicos con grado de doctor y “continuar aumentando la productividad científica y aportando al conocimiento de la región”.
Agregando que además como carrera es muy relevante seguir potenciando la vinculación con el medio, aumentar el convenio con instituciones público – privadas. Además de dijo “continuamos trabajando en nuestro proceso de internacionalización”.
Por su parte el académico de la Universidad Tecnológica Metropolitana, Dr. Pablo Suarez, expuso sobre colonización y trabajo social, según el docentes, esta es una línea que en américa latina se está potenciando, “tratando un poco de desautorizar modelos eurocéntricos de reflexión social que se han importado desde Europa a América Latina o en general a países que no perteneces a la órbita del primer mundo, ocasionando fuertes distorsiones del desarrollo de las naciones. Mi propuesta es pensar desde Chile, desde lo local, desde el territorio”. Concluyó el Dr. Suarez.
Historia de la carrera.
La carrera de Trabajo Social fue inaugurada el 13 de julio de 1942, cuya Directora fue la Asistente Social Isabel Fuenzalida. Pero esta Escuela se cerró en agosto de 1954. Más de una década después, nuevamente se reabre bajo el decreto universitario 556 en 1963, apertura que duró hasta el año 1973.
Tras el golpe militar resurge dos años después, pasando a ser parte de la Universidad de La Frontera en el año 1981. Tras la creación de esta Casa de Estudio a partir de la fusión de las sedes de la Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado. Otro de los cambios relevantes que ha vivido esta profesión, es el cambio de nombre de Asistentes Sociales a Trabajadores (as) Sociales desde hace más de una década.
Académica emblemática.
La profesora Hilda Llanquinao fue docente del Departamento de Trabajo Social en la UFRO por 37 años. Es decir, vivió la mitad de este proceso de formación de la carrera en la Universidad de La Frontera.
Dice que vio pasar a muchas generaciones de nuevos y nuevas Trabajadoras Sociales, “la mayoría con vocación de servicio”. Recuerda con emoción la época donde los jóvenes, dice “eran entusiastas en reconquistar la democracia, fue un entusiasmo tan grande que la gente se fue preparando para eso”. Pero después cuenta, “en el transcurso de los años, llegaron otros estudiantes que no habían conocido esa parte de la historia y “venían motivados de otra manera y eran presas muy fáciles del sistema”.
Sobre su paso por la Carrera y la Universidad de La Frontera la académica no duda en decir “la UFRO y esta carrera significó mi vida”. Y que la posibilidad de ser parte de la formación de futuros profesionales sociales “es maravillosa”.
Aunque ya está jubilada, cuenta que está activa en la comunidad mapuche en la cual vive, asesorando y acompañando a quienes la necesitan. Es por eso que aprovecha de reflexionar sobre el rol del profesor (a) en la formación de profesionales. “Yo creo que hay que hacer un acompañamiento a los estudiantes, no poner tantas reglas, sino que acompañarlos en sus camino de crecimiento, dándole a conocer distintas experiencias y que vivan estas experiencias. Los tiempos han cambiado, cuando era docente acá en la UFRO, los estudiantes iban a las comunidades mapuches, vivían ahí, había un real compromiso. Creo que falta potenciar más las prácticas vivenciales”.
Y concluye que “fueron años de conocimiento y aprendizaje. Y eso me ha convencido mucho más, que son muy buenas estas prácticas experienciales y que en la formación de los jóvenes hay que hacer un acompañamiento real”.