Fallece ex funcionario de la UFRO con más de 40 años de trayectoria
ROBERTO MEDINA RETAMAL
Nació en la ciudad de Curanilahue, un 28 de septiembre 1950, una vez cumplido su cicló básico de estudios, Don Roberto comenzó a trabajar en un pirquén durante tres años. Posteriormente se desempeñó como pioneta en un camión maderero, el trabajo más duro que le ha tocado desempeñar. Luego, con contrato estable trabajó en una faena minera durante tres años, viéndose obligado a renunciar pues nunca le gustó tomar sopa, requisito obligatorio para trabajar allí.
Llegó a la Universidad de La Frontera cuando era Universidad de Chile, sede Temuco, el año 1972, a los 21 años. Su ingreso ocurrió de manera determinante pues, como seleccionado de fútbol de la ciudad de Curanilahue, pasó a formar parte del equipo de la universidad tomando la posición de arquero. En ese tiempo lo llamaban “la araña negra”, y fue un muy buen arquero a pesar de reconocer que nunca antes había jugado fútbol.
Dentro de las innumerables anécdotas que podemos recordar de Don Roberto, alias el Robert, o como él decía “Roberto Emilio” para los amigos, es que siempre fue un hombre con mucha paciencia y tranquilidad, como se pudo comprobar en su primer pago de remuneraciones el que recibió ocho meses después de ingresar a la institución. Él, siempre con la camiseta de su universidad bien puesta y muy defensor de su institución, decía que “debía demorarse tanto pues los papeles tenían que ir primero a Santiago”.
“Roberto Medina fue un compañero de trabajo muy querido y muy prudente, con una gran lealtad institucional. Una persona con la que se podía conversar siempre, un hombre que manifestaba su aprecio y cariño de distintas formas, pero siempre con alegría y cordialidad. Lo recordaremos como uno de los funcionarios queridos de la Facultad. Sin duda una tradición dentro de los perfiles humanos y personales, que además tienen muchos de nuestros funcionarios/as hoy. Un gran adiós para Roberto, y todo nuestro recuerdo y aprecio desde la Facultad de Educación, Cs. Sociales y Humanidades”, expresa con nostalgia el Decano de la FECSH, Dr. Juan Manuel Fierro Bustos.
MEMORIAS
Algunas secretarias que trabajaron en el “Edificio E” recuerdan con mucho cariño que, cuando Don Roberto trabajaba en el “Edificio D”, las saludaba muy amablemente y siempre con una sonrisa, nunca se le veía enojado o triste. No dejaba de preocuparse de ellas en ningún momento y no las perdía de vista hasta que desaparecían por el pasillo.
También es recordado con mucho cariño por estudiantes y funcionarios que ya se han ido de esta institución, quienes no olvidan la interminable lista de anécdotas que compartieron con él, los momentos de amistad, alegría y dolores. Reconocen que siempre fue un excelente compañero de trabajo.
Pensando no solo en su proceder de trato siempre amable, servicial y respetuoso, sino que también reconociendo en él todo su esfuerzo por hacer su trabajo siempre con la mejor disposición, se le reconocía también como un ciudadano chileno que siempre expresó su chilenidad a través de la cueca, mostrando su pasión por el baile en cada encuentro patrio. “Bailarín acampao y querendón de las tradiciones patrias”, expresan sus ex compañeros.
Hoy, que ya ha dejado este mundo, será recordado repartiendo alegría y cariño entre quienes tuvieron la fortuna de conocerlo y compartir con él, se le reconocerá siempre como una persona reservada, pero gentil y buen colega, siempre con una palabra de estímulo a quien lo necesitara.
Estas expresiones son modestas y no alcanzan a cubrir y reflejar todo lo que Don Roberto hizo en este mundo y en esta casa de estudios.
Coordinación de Comunicación
Facultad de Educación, Cs. Sociales y Humanidades