Columna de Opinión Dr. Cristián Cerda “Claves para el éxito académico universitario”.
Durante el mes de marzo miles de jóvenes chilenos se integrarán a las aulas universitarias con la esperanza personal y familiar de iniciar con éxito una carrera universitaria, pero en este contexto ¿Podremos considerar a la PSU como un buen y exclusivo predictor de logro académico? ¿Serán sólo las casas de estudios y los académicos los llamados a generar las mejores condiciones y prácticas docentes para apoyar al nuevo estudiante? Si bien podemos pensar que las respuestas a estas preguntas suenan obvias, me gustaría promover tres ideas que creo relevante sean parte del análisis de estos nuevos estudiantes universitarios ya que su implementación depende directamente de ellos.
Primero, es relevante que cada estudiante aumente su nivel de autoconocimiento sobre la manera en que aprende, elemento esencial para la gestión de un buen aprendizaje. Esta gestión está fuertemente asociada con los hábitos de estudios, que en forma conjunta con la tenacidad académica, conforman el mejor predictor de logro académico, superando con creces al coeficiente intelectual. Mejores hábitos de estudio, mejor logro académico.
Segundo, la amplia disponibilidad de tecnologías digitales está permitiendo el acceso a servicios de comunicación e información nunca antes vistos, pero las potenciales de un Smartphone, Tablet o Computador Personal están supeditadas al uso académico de las mismas, más que al uso recreativo asignado lamentablemente por la mayoría de los jóvenes universitarios. Reportes de la OCDE indican que estos tipos de usos estarían mediados por el capital cultural de nuestros estudiantes. Más uso académico de tecnología, mejor logro académico.
Tercero, no debemos olvidar que la formación profesional no sólo se desarrolla como un deseo personal de beneficio propio, sino que esta formación es un promotor de desarrollo social que nos beneficia como comunidad. La vocación profesional, entendida como estar altamente preparados en un área de conocimiento sólo adquiere sentido si su fin último es ayudar a otros. Mejor formación académica, más beneficio social como comunidad.
Dr. Cristian Cerda
Académico Departamento de Educación Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades, Universidad de La Frontera.
Proyecto Fondecyt: 11140044