Película premiada en Cannes llega al Ciclo de Cine Contemporáneo de la FECSH
Dicotomías, abusos del ser humano moderno y un diálogo con la religiosidad, son parte de la cinta dirigida por Alice Rohrwacher.
“Los seres humanos son como animales. Si los liberas, serán conscientes de que son esclavos” es una frase decidora con la que La Marquesa de Luna justifica el modo de vida de las personas que están bajo su custodia en “La Inviolata”, una hacienda donde sus trabajadores viven en condición de esclavitud.
Uno de ellos es Lazzaro -interpretado por Adriano Tardiolo- quien por causa de su excesiva bondad, además de vivir como esclavo es doblemente abusado por los suyos. Así se configura el viaje del personaje, que gracias a su amistad con el hijo de la Marquesa, cambia su vida drásticamente.
El Doctor Bruno Toro, profesor de cine de la Universidad de La Frontera, indicó que “la cinta nos propone un estilo tipo Fábula, la cual crítica de manera abierta las formas de vida modernistas y primermundistas, apoyadas en el explícito abuso del poder y la explotación del hombre por el hombre. Una gran película de las cuales hoy poco se hacen”.
El académico también explicó que Lazzaro se construye “como alguien bondadoso, tierno, inocente, cándido y del cual todos abusan. Él es demasiado bueno y acepta todos los abusos a los cuales los otros campesinos, que a su vez también son abusados o esclavizados sin saberlo repiten en cierta forma la misma dinámica. En conclusión Lazzaro es el último eslabón de esta nefasta cadena”.

Dualidades y paradojas
El filme se desarrolla entre el campo y la ciudad, que representan la esclavitud y cierta libertad, la que se presenta una vez que Lazzaro logra conocer el mundo, con todas las dificultades que eso trae.
Sobre este punto, Toro indica que “la trama se divide en esos dos grandes escenarios, campo en verano y ciudad en invierno. Colectivismo e individualismo. En una primera instancia los campesinos son un grupo compacto con tradiciones, con ritos, con costumbres con identidad aunque sea nefasta, luego se transforman en seres sin identidad ni raigambre”.
Acostumbrados a un modo de vida, la diferencia y el cambio se establecen como una gran dificultad, desarrollando así una serie de situaciones que plasman las contradicciones propias de la vida.
Para el profesor, estas temáticas constituyen una curiosa situación. En sus palabras, los otrora esclavos “vagan por los espacios urbanos contaminados y marginales. Esclavitud y Libertad. Curiosamente estando esclavos estaban relativamente bien pero estando libres están muy mal”.
La cinta de la directora italiana Alice Rohrwacher y ganadora del premio al Mejor Guión en el Festival de Cannes, será presentada a las 19 horas del jueves 6 de junio, en el Auditorio Selva Saavedra de la UFRO. La entrada es liberada para todo público mayor de 14 años.
Gabriel Vallejos Faúndez
Coordinación de Comunicación