#Opinión | Importancia de la conmemoración de las víctimas del 11 de Septiembre
De nuevo es 11 de Septiembre. La conmemoración de las víctimas de la dictadura, que se lleva a cabo en estas fechas, desde 1990, nunca ha sido una actividad nacional; la han mantenido viva las víctimas sobrevivientes de la represión, sus familiares, organizaciones de DDHH, de memoria, personas y grupos que rinden homenaje y que recuerdan, en un intento cada vez más difícil, a cada una de las personas detenidas desparecidas y ejecutados políticos, que solidarizan con los miles de sobrevivientes de la tortura y detención ilegal; los que sufrieron exilio forzado, quienes fueron expulsados de sus trabajos y sus estudios, quienes perdieron sus viviendas, aquellos que fueron relegados, las personas que sufrieron todo tipo de vulneración de sus derechos, de forma violenta y sin posibilidad de defenderse o reclamar.
La realidad es que en Chile, la dictadura nunca fue derrotada. El traspaso del poder, de Pinochet y su régimen, se hizo cuidadosamente y se negociaron acuerdos que finalmente contribuirían que en 2019 se levantara una protesta social y política sin precedentes, contra este Chile negociado. Lo que los familiares de las víctimas y los sobrevivientes anhelaban, nunca llegó: la justicia plena, pronta y reparatoria. En su lugar Pinochet nunca perdió la calidad de ex Presidente de la República, cargo que se otorgó a sí mismo, al igual que su investidura de Senador. Se estableció la Comisión de Verdad y Reconciliación, que entregó el estatus de víctimas calificadas a una gran proporción, pero no a todas, de las víctimas fatales. Entregó una reparación caprichosa y las investigaciones preliminares de esta comisión se enviaron a los tribunales sin ningún seguimiento ni voluntad del gobierno, para ser finalmente sobreseídas en su gran mayoría.
Hoy en día, es aceptable que personas manifiesten su apego a la dictadura militar y nieguen la existencia de crímenes horrendos que tuvieron lugar, porque es de conocimiento establecido en la población, que recordar a las víctimas, exigir justicia, es una opción política, que todas las miradas acerca de esto son opiniones y que todas son válidas. Nunca se estableció en el subconsciente colectivo que la dictadura fue un periodo negro de este país, del cual todos los chilenos y chilenas, aquellos que sufrieron las violaciones y los que no, tenían que condenar.
Solo en un periodo muy corto, 503 días para ser exactos y debido a algo absolutamente casual, Pinochet en un viaje de placer y de negocios a Inglaterra, fue detenido. Ese fue el único momento en su vida que se encontró en esa condición; fue solo a raíz de eso que tuvo que renunciar a su cargo de Senador para obtener la protección total del gobierno, entonces democrático, de Chile.
Las víctimas de la dictadura vienen de todo Chile, pertenecen a todos los espacios, es nuestro deber visibilizarlas, recordarlas y asegurarnos que su memoria se preserve en forma activa. La Universidad de Chile y la Universidad Técnica del Estado, sedes Temuco, que en 1981 conforman la Universidad de La Frontera de acuerdo a la decisión de la Junta de Gobierno. Tiene entre sus estudiantes y profesores, 21 víctimas, detenidos desaparecidos y ejecutados políticos, mujeres y hombres. Son parte de nuestra comunidad universitaria, se movieron por los mismos espacios, trabajaron por una sociedad mejor, más solidaria, más justa, como lo hacen hoy en día muchos de los y las estudiantes, funcionarios y académicos. Son nuestra historia, no pasado porque están presentes en la memoria; por lo tanto debemos darles el lugar que se merecen en nuestra universidad, donde hoy estudiamos, trabajamos compartimos el sueño de un mundo justo y mejor.
Revisa las actividades AQUÍ
Escrito por: Nicole Douilly Yurich
Directora Centro de Estudios y
Promoción de los Derechos Humanos UFRO
Etiqueta:11Septiembre, CDH, Conmemoración, FECSH, UFRO