Escritora Nael Olve presentó en laUfro libro de relatos de la Patagonia
Editorial de la FECSH de la Universidad de La Frontera publicó recientemente el libro “Puelo Mágico, el río que habla”, de la escritora oriunda de la Quinta Región.
Una novela de relatos rescatados en el sur por la escritora Nael Olve, fue recientemente presentada en una ceremonia realizada en la Universidad de La Frontera, la que ya se encuentra en circulación desde hace unos días tras ser editada por la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades de esta casa de estudios.
La presentación de “Puelo Mágico, el río que habla” contó con la participación de la autora que viajó desde la Quinta Región, donde se encuentra radicada, para comentar detalles del proceso escritural de su obra inspirada en la Patagonia, donde vivió hace medio siglo.
En el lanzamiento, la escritora fue acompañada por la profesora Carla Llamunao, el editor Luis Abarzúa y el periodista Gustavo Cid.
El libro es un conjunto de relatos que rescata la historia de la colonización del territorio chileno en la Patagonia a partir de 1830, aunque en el olvidado rincón de Puelo el proceso comenzó casi un siglo después, siendo colonizado por los propios chilenos que amparándose en la Ley de la Colonización decidieron aventurarse por aquellos lugares.
Desde Chiloé
Según relata la autora, la mayoría de los nuevos colonos provenía de la Isla de Chiloé. “Pero no por ser chilenos estuvieron exentos de la destructiva misión de todo colonizador. Al contrario, fueron más crueles e indolentes con los habitantes del Wallmapu, a quienes hicieron huir a la montaña, y al que se resistió lo mataron como a un animal. Ellos decían que los indígenas eran corruptos, inmorales, degenerados y ladrones de ovejas. Por lo tanto, mientras menos hubiera, mejor.
“Recién casada, a principio de los ’70 conocí el lugar. Quedé prendada por su belleza, solía pasar los inviernos en el cálido entorno de una cocina a leña, con los olores de la huerta y el mágico rumor del río. Todo lo que no era humano era acogedor, por lo tanto las personas eran sumamente rudas, intolerantes y de una violencia a flor de piel, rayando en el salvajismo.
“Aquel mundo que me era totalmente desconocido parecía haberse quedado en los tiempos. Vivían como en la colonia. Las mujeres usaban ropas oscuras, cubrían sus cabellos con pañuelos de colores y contrastaban totalmente con mis minifaldas y el cabello suelto. Eran los años ’70 y el choque cultural no podía concebir tal diferencia. Hube de adaptarme y luego, para no provocar el disgusto de la familia política que me recibió, cambié mi forma de vestir y de ver la realidad, consciente de que cada cual es producto de su propia historia.
“Así comencé a investigar sobre sus vidas hasta tener un número considerable de relatos que atesoré durante años y que hoy rescato en memoria de un pueblo y sus raíces.
“En este querer saber visité los más lejanos lugares y mis incursiones me llevaron cada vez más lejos, hasta que una vez viví una verdadera epopeya cuando recorría junto a un pequeño grupo, desde la desembocadura hasta el nacimiento del lago Puelo, que da origen al río del mismo nombre.
Origen de Puelo
“Aquí es donde quiero llegar a contar algo maravillosos que me sucedió. Incursionando por estos lugares, un día encontré una choza de donde apareció una persona que al acercarse me di cuenta de que era un hombre viejo. Tenía su rostro surcado de arrugas y sus ojos pequeñitos, con una llama como dos luceros y su boca sin dientes simulaba la risa de un bebé. Era un ser extraordinario, distinto. Era don Antonio Melillán, un hombre de la tierra. Con él esperé largamente que calmara el viento sur para retornar. Entre algunos pedazos de queso al fuego y unos mates compartidos, le pregunté: Oiga don Antonio, ¿y usted por qué no vive en el pueblo?
-¿Y p’a qué?
-Bueno, para que converse con la gente.
–¿Y p’a qué está el río,… y el bosque?… Si aquí yo hablo con mi perro. En el pueblo no, porque la gente habla mucha escoria…
-Interesante el hombre. Me queda mirando y dice… oiga, mi niña, usted tiene un gran peso. Mire, la vida es como el río y usted es la corriente. Trate de mantenerse a flote y respire, porque la misma corriente la va a llevar a un remanso donde usted pueda salir y escoger el camino que va a tomar.
-Tras eso, se me ocurre preguntarle, ¿acaso usted leyó a Sidarta?
-No, si yo no sé leer.
-¿Y cómo sabe esas cosas?
-Se puso a reír… -Si todos los sabemos.
-Don Antonio, le dije, ¿por qué no me enseña a hablar con el río, así como lo hace usted.
-Mire me dijo, si es muy fácil. Usted tiene que controlar “la loca” (la mente), que no piense en nada y caminar descalza, descansar apoyada en un árbol y dejar la mente así… y dedicarse a escuchar. Así usted va a escuchar su corazón, lo que usted necesite, y se va a conectar con las fuerzas vivas de la naturaleza.
-La verdad es que lo tomé así como cabra joven, como qué mágico y qué loco que está este hombre, pero comencé a practicar… mucho… hasta que el río me habló.
-Así nació “Puelo Mágico, el río que habla”…”.
El “Mágico Puelo”, desde sus orígenes en Argentina hasta su desembocadura en el estuario de Reloncaví.
Para recuadro con foto:
La escritora Nael Olbe es oriunda de la Quinta Región, vivió en la Décima y presentó su obra en La Araucanía.
De vuelta al sur
Además de “Puelo Mágico”, Nael Olve es autora de otras cuatro publicaciones en tanto sigue frecuentando los círculos literarios a nivel nacional. De su trayectoria comenta que “he vivido en distintos lugares y me gusta la vinculación social con las raíces de los pueblos, porque uno escribe lo que vive. Como me gusta mucho la vida, quiero vivir muchas vidas, por lo tanto las vivo a través de mis personajes, cada uno es una parte de mí y me resulta hermoso escribir”.
Adelanta que ya está pensando en un próximo libro. “La Ufro ya está pasando por el coladero una obra titulada ´El silencio´, que es más bien biográfica. Es algo muy íntimo que ventilo con motivo de los 50 años del Golpe de Estado y otras vivencias”.
Actualmente está radicada en la Quinta Región. ”Pero paso mi vida en distintos lugares y siempre vinculada con la Patagonia. De hecho, ahora me voy a pasar frío al sur. Voy contenta, porque la recepción de El Austral y la Ufro me pareció maravillosa, estupenda. Estoy totalmente agradecida de Temuco”.
Por Guillermo Chávez.