Dra. Elizabeth Lira, Premio Nacional de Cs. Sociales: “El conflicto en la Araucanía tiene muchas capas y hay que enfrentarlas”.
La Dra. Lira dictó una conferencia en la Jornada en La Frontera: Psicología y Derechos Humanos de la Universidad de La Frontera.
Elizabeth Lira Kornfeld es una destacada psicóloga que ha volcado su vida y su trabajo en el ámbito de los Derechos Humanos, reparación de las víctimas de la dictadura y familiares de detenidos desaparecidos. La Fundación de Ayuda Social de las Iglesias Cristianas (FASIC) fue uno de los primeros lugares donde la Dra. Lira pudo aportar desde sus conocimientos, a pesar de que por el hecho de hacerlo su vida corría peligro. También integró el Instituto Latinoamericano de Salud Mental y Derechos Humanos, el Instituto Latinoamericano de Doctrina y Estudios Sociales (ILADES) y Directora del Centro de Ética de la Universidad Alberto Hurtado. Actualmente es Decana de la Facultad de Psicología de la Universidad Alberto Hurtado y el año 2017 fue reconocida con el Premio Nacional de Humanidades y Ciencias Sociales.
La Dra. Lira dictó una conferencia en el marco de la Jornada en La Frontera: Psicología y Derechos Humanos, actividad conmemorativa de los 35 años de la Carrera de Psicología de la Universidad de La Frontera donde habló sobre los actuales cambios que hemos tenido como sociedad, el campo actual de la psicología y cómo deben ser tratados los problemas para su reparación, desde la perspectiva de los derechos humanos. Conversamos con ella sobre el miedo, la violación a los DD.HH y la situación del pueblo mapuche en la región.
Dra. Lira, en su presentación se habló del miedo y cómo hemos estado viviendo con él durante estos últimos años ¿Cómo erradicamos el miedo?
Muy difícil. El miedo es el resultado de haber atacado el vínculo de confianza entre las personas, donde el otro en vez de ser un semejante o un prójimo se transforma en un enemigo y en alguien que te puede atacar. Construir eso no es fácil, pero cuando se destruye se hace muy rápidamente. Restablecer el vínculo de confianza supone mucho tiempo, supone asegurar que las situaciones de violencia no se van a volver a repetir y eso no está garantizado aquí. No es la política del Estado, pero en La Araucanía uno se puede preguntar: bueno ¿La política de quién es? Porque se trata el problema como algo de seguridad y es algo más complejo, que tiene muchas capas de conflicto y que habría que enfrentarlo.
¿Cómo lo enfrentamos el miedo?
La primera cosa es reconocer cuáles son los problemas que existen, no seguir actuando que el problema es de los mapuches o de los grupos conflictivos. Este es un conflicto que nos pertenece como sociedad porque algo está pasando con el trato que tenemos con esos grupos sociales que son tratados como si fueran delincuentes o una amenaza, están tratados como si no tuvieran derechos.
¿Qué opina sobre lo que está sucediendo en Punta Peuco? ¿Cree que se puedan bajar las penas a las personas que cometieron crímenes contra la humanidad?
Esto es algo distinto. Ocurre que toda esa gente está condenada regularmente por crímenes contra la humanidad y la sentencia de la Corte Suprema ha aplicado todos los atenuantes y todas las penas que la ley permite. La única forma que habría de reducción de pena es por un indulto presidencial, porque el presidente de Chile conserva las facultades de los reyes que es poder suspender la sentencia del poder judicial.
En Chile, un sector de la población dice que hay que cerrar la herida ¿Qué cree usted?
Eso no ha pasado, pero yo creo que eso podría pasar y esto afecta porque es una forma en que se produce un desbalance. Lo que genera las odiosidades y los conflictos tiene que ver con las injusticias, cuando un grupo de personas se permitió torturar y quitarles la vida a otras personas, para después hacer todo lo posible para nunca ser encontrados y que nunca se hiciera un juicio, y de hacerlo es cuando tienen 80 años. La edad es un factor que hay que tener en cuenta a la hora de castigar a las personas porque ya no tiene sentido la rehabilitación ni el castigo o puede que sí. Veamos el caso de los alemanes; ellos han procesado a los nazis aunque tengan 100 años y los han mantenido en la cárcel. Yo creo que para tomar decisiones sobre esta materia hay que ponderar lo que los valores que están en juego como el bienestar de las víctimas, el bienestar de esos viejos por mucho que hayan sido verdugos y de educar a una sociedad para que respete los derechos de otros. Hay que hacer un discernimiento, no es una cuestión fácil.
Se ha escuchado por mucho tiempo de que es necesario olvidar el pasado para sanar nuestra historia…
Ese es un consejo pragmático que tuvo mucho prestigio durante años. En 1598 se dictó el edicto de Nantes, donde el rey de Francia estableció un decreto de amnistía después de guerra de religión donde la gente se mató de la peor manera. Él dijo que los hechos tendrían que desaparecer de la sociedad porque esos hechos que nos han dividido deben ser tratados como hechos no sucedidos. El edicto de Nantes fue el modelos de las amnistías durante 400 años, que es hacer como si las cosas que nos conflictuaron no sucedieron y hoy los psicólogos sabemos que eso no es cierto, porque la gente es perseguida por su pasado y sus conflictos. La única manera de vivir en paz es que uno enfrente los conflictos y los cierre de la mejor manera posible.
¿Cómo se puede consolidar esta idea?
Hay que argumentar desde la perspectiva de la psicología y se ha argumentado que no se puede olvidar. La conflictividad que uno chutea para delante se cae después. Uno debe enfrentar los problemas y buscar la mejor solución, a veces hay que negociar transacciones, pero reconociendo que uno tiene un problema.
¿De quién es esa responsabilidad?
Yo creo que es de todos porque es un concepto autoritario cuando uno delega la responsabilidad colectiva de la sociedad civil exclusivamente en el gobierno. Si el gobierno no te gusta ¿No tienes nada que hacer? No! tienes muchas cosas que hacer. Muchas cosas se han hecho en este país gracias a la sociedad civil y la defensa de las víctimas en Chile no la hizo el Estado, la hizo la sociedad civil durante toda la dictadura.