Dr. Esteban Sánchez: “Nuestras universidades deben incorporar la diversidad como una oportunidad”
En el marco de la Inauguración del año académico de nuestra Facultad, nos visitó el español, Esteban Sánchez, Doctor en Sociología y profesor del Departamento de Sociología de la Universidad Complutense de Madrid. Delegado del Rector para la diversidad.
¿Qué significa ser el delegado del rector en temas de diversidad?
En la Complutense se forma un equipo de delegados que está compuesto por vicerrectores y delegados, los vicerrectores se ocupan de los asuntos académicos y los delegados nos ocupamos de los asuntos que nos son estrictamente académicos, pero que significan política académica. Hay 4 delegaciones una de prácticas y movilidad externas, igualdad de género, medio ambiente y la mía de diversidad. La delegación de medio ambiente se unió a la mía y en este momento mi delegación es responsable de las políticas de diversidad y medio ambiente. Los quienes estamos a cargo de esto rendimos cuenta al rector.
¿Por qué abordar la diversidad?
La diversidad es uno de los asuntos fundamentales en términos sociales y también en temas institucionales. Partimos del supuesto que las universidades contemporáneas implican un reflejo en la sociedad y que ese reflejo en la actualidad es en términos de diversidad de género, funcional (discapacidad), diversidad sociocultural, étnica, religiosa, sexo genérica (centrada en lo LGTB).
¿Por donde se encamina tu trabajo de investigación?
Mi línea de investigación gira entorno a las desigualdades sociales y en este ámbito ha habido algunos aspectos concretos en los que me he ido especializando. Uno de ellos, que es de mi tesis doctoral, es el Impacto de las Desigualdades sociales en la salud, esa es mi área original de interés. La desigualdad en la sociedad se traslada en términos de desigualdad en la salud. Una segunda línea tiene que ver con la exclusión social, esto entendida como un eje de desigualdad relevante desde hace 3 décadas hasta aquí; esto tiene que ver con un análisis de los elementos emergentes de la desigualdad social.
¿Entonces en sociedades marcadas por la desigualdad es donde se expresa el concepto de exclusión social?
El concepto de exclusión social, respecto a otros ejes de desigualdad, implica una teorización global de las desigualdades, por lo tanto, no sería únicamente una desigualdad económica, sino que significa la expulsión de determinados grupos sociales respecto al bienestar social en general, esto significa, a las pautas de bienestar cultural, inclusividad simbólica, inclusividad política, inclusión sociocultural, etc. Desde mi punto de vista la exclusión social está relacionada con el ámbito socio laboral, es ahí donde tiene su origen. La exclusión social como concepto o paradigma explicativo de las desigualdades sociales pretende abordar la desigualdad en un sentido transversal.
Entendiendo entonces que la exclusión social no es solo una desigualdad económica, sino también sociolaboral y que la inclusión se formula como solución al problema ¿Cuáles crees tú que son los principales desafíos que tiene la Academia respecto a la inclusión?
Creo que uno de los elementos que están teniendo un impacto en las situaciones de riesgo tiene que ver con el capital cultural y las cualificaciones. La responsabilidad de la universidad, desde mi punto de vista, no es una responsabilidad exclusivamente hacia fuera; claro que tenemos una responsabilidad respecto a los profesionales, con nuestra participación en los debates sociales y económicos, tenemos la responsabilidad de generar conocimiento útil para su uso en términos socioeconómicos, tenemos la responsabilidad de investigar y transferir en conocimiento hacia la sociedad, pero en términos de inclusión, nuestra principal responsabilidad es la de generar universidades inclusivas. Nuestras universidades deben incorporar la diversidad como una oportunidad. Por ejemplo, la mayoría de las empresas en su organigrama han incorporado una oficina LGTB, una oficina específica para atender las situaciones del colectivo LGTB. Las empresas hacen esto desde la convicción que necesitan retener el talento y que el establecimiento de barreras discriminatorias o desigualitarias supondría no solo un problema para el colectivo LGTB, sino una propia desventaja para la empresa. Desde este punto de vista del crecimiento del capital humano de las instituciones es que tenemos el deber de construir universidades inclusivas.
En este mismo contexto y respecto a tu area de investigación, que aborda el Impacto de las Desigualdades sociales en la salud ¿Están los estudiantes, en general, preparados para atender a personas transexuales?
Deseablemente deberían estar preparados. Hay un desafío claro en esa área. La modificación de la Complutense, por ejemplo, es de relatos personales. Las personas transexuales que los solicitan tienen asignado su nombre social. Somos la única administración pública en Madrid que acepta este cambio sin certificado médico, ni ningún otro papel. Esto no es una cuestión médica ni psiquiátrica, sino una cuestión cultural.
¿Dónde está entonces el límite para que la cultura no transgreda la integridad de un sujeto?
La propia cultura impone sus límites, son flexibles y cambiantes. Yo creo que la única forma de enfrentar este tipo de planteamiento es a través de una postura ética y tiene que ver con el respeto al bienestar del individuo. Por mucho que una cultura sea aceptada como legítima no tiene porqué ser compartida por otros prismas culturales. El daño físico, la vejación, la mutilación son elementos que culturalmente son aceptables en términos de contexto, pero en términos generales no lo son. El pensamiento es absolutamente libre, pero las acciones no. La legitimidad tampoco se agota en la ley, porque hay leyes ilegitimas por inercia o por el contexto político. En este sentido, creo que el límite de lo cultural está en la legitimidad cultural.
Respecto a la desigualdad étnica ¿Qué conoces de la cultura del pueblo mapuche?
No conozco adecuadamente la cosmovisión mapuche, pero la experiencia me dice que el principal obstáculo para la apertura de las universidades a las etnias minoritarias tiene que ver con las desigualdades sociales. Un sistema universitario en una democracia, debiera tener entre sus objetivos asegurar la igualdad de oportunidades, en este sentido la desigualdad social étnica supone condiciones desiguales en el acceso a la universidad. Es muy difícil subsanar esas desigualdades que finalmente se traducen en competencia de acceso o dificultades para las competencias que debieran adquirirse en la vida universitaria. No debemos perder de vista que las políticas en torno a la diversidad étnicas no deberían ser compensatorias, sino que inclusivas. Las políticas inclusivas implican el reconocimiento de la identidad con respecto a las capacidades. El reconocimiento de la identidad implica toda una serie de acciones costosas en términos de política (tiempo), accesibilidad curricular, creación de herramientas que permitan la incorporación a la vida universitaria en general, la adecuación de las mallas curriculares en temas étnicos y sexo genérico, la incorporación y reflejo del estudiantado en la administración.
¿Cómo influye la globalización en la desigualdad social?
No es incompatible, de hecho la aguja de la diversidad en las sociedades contemporáneas se debe a la globalización, pero este reconocimiento de la diversidad es compatible con el establecimiento de esquemas de desigualdad social poderosos y para algunos analistas, son difíciles en su resolución, quiero decir que exclusión y diversidad no son dos caras de la misma moneda, pero si son procesos que están directamente relacionados con la globalización, ambos procesos tienen ejes compartidos. El auge de la diversidad y las sociedades caracterizadas por la exclusión constituyen realidades que están vinculadas a la intensificación de la globalización
¿Por qué se da esta paradoja?
Desde mi punto de vista, esto tiene que ver con los contenidos culturales de la globalización, por un lado nos encontramos con que la globalización es un fenómeno tecnológico, pues esta se intensifica cuando el capitalismo comienza a desarrollarse en base a crisis; pero culturalmente la globalización ha llevado a un énfasis a los elementos individuales de la cultura. La globalización ha llevado en gran medida a un homenaje en la identidad y el énfasis en la identidad, a la noción de individuos diferenciados, esto fundamental para comprender al auge del reclamo en torno al respeto de la diversidad.
Se trata de identificar estos procesos que salen de lo que está establecido en las sociedades, se trata de incorporar cualquier variación sobre la normalidad, de considerar toda postura y cosmovisión como normal. Este es un proceso sumamente positivo de la individualidad, sobre el convencimiento en la diversidad, pero tiene lugares oscuros como el énfasis de la libertad frente a la comunidad.
Por otro lado, los procesos económicos y socio laborales vinculados a los procesos de globalización, en un sistema de desigualdades en el cual la diversidad encaja a duras penas y en la interacción entre ambas realidades se hace mucho más visible la situaciones de expulsión de bienestar, precios de grupos en situación de vulnerabilidad, de riesgo social, de discriminación; por ejemplo, estamos en la era del género, entendiendo por género una visión aún estrecha. Este se ha convertido en un eje fundamental de debate político y social a partir de la globalización. Antes era una realidad oculta. La visibilidad ha aumentado, pero el riesgo social y la exclusión también.
Algunos autores señalan que en términos de globalización se implica una polarización, una dualidad entre los incluídos o la población privilegiada en conceptos de recursos y la población que está al margen del proceso de estos recursos en riesgo de exclusión.
Equipo de Comunicaciones
Facultad de Educación, Cs. Sociales y Humanidades